Reynard Heydrich era un tipo feroz, el auténtico nazi. Ni Hitler ni Himmler representaban con tanta perfección el modelo ario como él. Era lógico que entre las SS se comentara lo siguiente: Himmlers Hirn heisst Heydrich. El cerebro de Himmler se llama Heydrich. A pesar de su expulsión de la marina, su carrera fue vertiginosa y su última tarea consistió en gobernar con mano de hierro Chequia bajo el eufemístico título de Protector de Bohemia y Moravia. Esa Praga ocupada es el marco donde se desarrolla la Operación Antropoide, que analiza Laurent Binet con una maestría narrativa abrumadora.
En esta página no recojo todo lo que leo pero sirve como recordatorio. Por eso al recontar los últimos libros que aparecen reseñados (basta con pinchar en la pestaña novela) y no encontrar una que me haya gustado más, me planteo seriamente si HHhH es la mejor novela que he leído en los últimos tiempos. Quizás desde Los enamoramientos de Marías (que aquí no aparece reseñada).
HHhH es otro ejemplo de este género que cada vez me gusta más y que me hace cuestionarme la cercanía del fin de la novela. Sigue el mismo camino de novelar la historia que ya comenté tras leer Anatomía. Pero Binet va un paso más allá que Cercas en Soldados de Salamina o Capote en A sangre fría. Aquí importan todos los detalles. Todos. No solamente se recoge la Operación Antropoide o el propio proceso de documentación, aquí se muestran hasta las obsesiones del escritor. Todos los planos merecen la misma consideración. Resulta muy valiente e interesante ese honesto desnudo del acto creativo. El detallismo en la investigación es obsesivo y brillante, enseñándonos hasta sus arrepentimientos, como si fuera un pintor.
Yo de lo que me arrepiento profundamente es de haber estado en Praga y desconocer esta tremenda historia. Ahora me duele no haber buscado la curva del atentado o las huellas de los paracaidistas en la iglesia de San Carlos Borromeo. Siempre nos damos cuenta de las carencias y de los errores a posteriori.
HHhH es un prodigio en estructura. En una obra tan heterodoxa el autor sabe crear la atmósfera perfecta para que nos interese todo lo que nos dice. Desde sus paranoias con la Segunda Guerra Mundial hasta su modo de desechar unos acontecimientos y decantarse por otros. ¿Cómo lo logra? Creo que la clave se encuentra en el ritmo de la aparición de esos excursus. Al principio abundan, pues lo importante para Binet es aclararnos lo que va a hacer con este libro. Nos advierte que esto no es una novela al uso y parece que lo minoritario es el atentado y lo dominante son esas disgresiones (algunas hasta aparentemente absurdas). Pero poco a poco la balanza cambia de lado y es la historia de los paracaidistas la que cobra protagonismo por encima del proceso de creación, completando este perfecto puzzle sobre la Operación Antropoide llamado HHhH.